Los jóvenes no quieren ser autónomos ni empresarios, sino empleados. Pero, sin empresarios, ¿quién los va a emplear?
¿Por qué condenamos al paro a los jóvenes peor preparados? Más que por estulticia, ¿no será por el interés de los mejor situados? El paro juvenil no disminuirá mientras impongamos a empleador y empleado un contrato insensato
La sociedad española necesita construir un consenso laboral más representativo y racional
El fallo del mercado tiende a curarse a sí mismo. El fallo del Estado concita medidas que agravan el problema