Una novia para dos hermanos
Ejercicio
La práctica de la poliandria, un tipo de matrimonio en el que cada mujer tiene varios maridos, estaba muy extendida tradicionalmente en los pueblos de las valles del Himalaya en la India.
Esta práctica ilustra la capacidad del ser humano para adaptar sus instituciones y cultura al entorno, que en esa región es muy hostil. Se piensa que era apropiada para la situación geográfica y económica de esas montañas. Por ejemplo, evitaba que hubieran de dividirse entre hermanos unas fincas, ya de por sí pequeñas, situadas a más de 3.000 metros de altitud.
Esa adaptación al entorno se conseguía contrariando instintos primarios de los varones y padres potenciales, pero a la vez minimizando esa contrariedad. La esposa se casaba con hermanos, lo que reducía la posible conflictividad genética: los niños, si no hijos eran al menos sobrinos y, por tanto, compartían al menos un 25% de los genes de cada marido.
Posiblemente, también reducía la conflictividad el que era la esposa quien ostentaba mayor autoridad. Ella decidía, crucialmente, quién había de ser considerado como padre biológico de cada hijo, si bien el hermano mayor y primer marido era el único al que todos los hijos llamaban “padre”, mientras que los demás padres (incluido su padre biológico) eran tratados como “tíos”.
Para discusión
- ¿Qué problemas habrían podido surgido si una mujer se hubiera casado con dos hombres de familias distintas?
- A finales del siglo XX la poliandria desapareció muy rápido al acelerarse el crecimiento económico y extenderse tecnologías que conectaron a las poblaciones del Himalaya al mundo exterior. ¿Por qué?
- Si algunas esposas se casaban con dos o tres hermanos, ¿qué crees que tendía a suceder con las demás mujeres?
- Si algunas esposas se casaban con dos o tres hermanos, ¿qué sucedía con las demás mujeres?
Caso preparado en colaboración con Mircea Epure.
Fuente: Polgreen, L., 2010, “One Bride for 2 Brothers: A Custom Fades in India”, New York Times, 16 de julio.
Análisis
La práctica de la poliandria descendió con el desarrollo económico. Hacia 2010 el sistema casi había desaparecido tras una sola generación. Las comunicaciones y el crecimiento económico facilitaron la movilidad y proporcionaron nuevos empleos; con lo que más y más jóvenes fueron optando por matrimonios convencionales. Esta desaparición es ilustrativa del alto coste que comportaba mantener el sistema, un sistema pues profundamente artificial, en el sentido de ser contrario a rasgos profundos de nuestra naturaleza humana
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