Ejercicio

Proporciona una explicación, basada en la función asimétrica de valor, del viejo refrán castellano según el cual “las desgracias nunca vienen solas”.

Análisis

Por un lado, basta observar que el refrán dice “vienen”, y no “suceden”. Tal vez los mensajeros de malas noticias las juntan para así mitigar el dolor que producen.

También cabría pensar, que incluso tiendan a suceder cerca unas de otras, en la medida en que, tras una desgracia, estaríamos dispuestos a adelantar las ulteriores. Esta anticipación de malos sucesos podría estar en la raíz de fenómenos como el divorcio motivado por una discusión posterior al despido de uno de los cónyuges.



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