Caso

La Drosophila es una variedad de mosca muy valorada por los genetistas ya que su corta vida media les permite estudiar muchas generaciones en poco tiempo. En uno de estos estudios, Michael Rose, de la Universidad de California en Irvine, impidió que las moscas se reprodujeran hasta que ya eran viejas. Tras criar así 15 generaciones de moscas, consiguió alargar en un tercio su esperanza de vida. No obstante, su capacidad para volar y su fecundidad se redujeron sustancialmente .

Basado en The Economist, “Forward to Methuselah” (7 de enero, 1995, p. 67).

Guía de discusión:
Proporcione una explicación del fenómeno basada en la biología evolutiva.

Análisis

Los genes no están interesados en la supervivencia de los cuerpos —más exactamente, en la de sus células somáticas, por contraposición a las reproductoras— excepto como instrumentos para su propia reproducción. Las células somáticas deben durar lo suficiente para que los genes puedan reproducirse, pero no más allá. En principio, los cuerpos podrían haberse ido diseñando evolutivamente para tener una duración infinita. Sin embargo, ello no garantizaría la supervivencia de los genes, pues los cuerpos siempre podrían perecer víctima de predadores o accidentes. Por ello, no sería rentable diseñarlos para durar eternamente y la evolución parece haberles dotado tan sólo con aquellos recursos —incluidos sus sistemas de reparación— que son suficientes para reproducir su carga genética. Llegado el caso, puede resultar conveniente para los genes privilegiar la capacidad reproductora, aunque se vea perjudicada la longevidad.

Por ello, algunos biólogos hablan de “soma desechable” y creen que la vejez, lejos de ser una consecuencia inevitable, es más bien un proceso de obsolescencia planificada. Esta pauta es la dominante, aunque existen excepciones: los seres vivos con reproducción asexuada —como son, por ejemplo, las amebas y las anémonas— no desechan sus cuerpos sino que meramente se reproducen dividiéndose por la mitad. En este sentido, un dato que viene a confirmar la teoría es que estos seres no envejecen. El experimento del que se da cuenta en el ejercicio pone de relieve que existe un trade-off entre capacidad reproductora y longevidad. Al impedir que las moscas se reproduzcan jóvenes, el experimentador ha eliminado la ventaja de los genes que privilegian una reproducción temprana a cambio de menor longevidad. Si tenemos en cuenta que la configuración genética que alarga la vida de las moscas proporciona peores resultados en cuanto a fecundidad y vuelo, es lógico que haya perdido la batalla competitiva fuera del laboratorio frente a la configuración que antepone la reproducción a la longevidad.



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