La política de personal en la sanidad pública: ¿flexibilidad sin control ni medicina?
Presentación
Las propuestas de reforma al uso padecen dos graves defectos. Por un lado, pretenden aumentar la flexibilidad gerencial y la descentralización, pero sin un correspondiente desarrollo de la responsabilidad y el control de las decisiones. Por otro lado, otorgan escaso protagonismo a los médicos e incurren por ello en una incongruencia radical, al ignorar la naturaleza esencialmente profesional de la actividad sanitaria.
Se argumenta que la descentralización y la flexibilidad gerencial deben ir acompañadas por controles más eficaces de los decisores, ya funcionen estos controles a escala individual o de centro. Se defiende también la necesidad de integrar la dimensión profesional como restricción básica e insoslayable de cualquier diseño organizativo que pretenda racionalizar y hacer viable el sistema. El análisis se fundamenta en la comparación con otras organizaciones, tanto sanitarias como no sanitarias y tanto públicas como privadas. Por un lado, la correspondencia entre delegación de decisiones y control es un lugar común en la administración de empresas y en la gestión pública. Del mismo modo, es sabido que todas las organizaciones profesionales (desde firmas de abogados a auditores, consultores o banca de inversiones, y no sólo en el sector privado), adoptan estructuras organizativas en las que son los profesionales más cualificados, y no una “superestructura” gerencial, quienes desempeñan los papeles centrales, tanto en la toma de decisiones como en la asunción de riesgos y responsabilidades.