La Iglesia medieval y los fundamentos del intercambio impersonal

Al refinar el código moral y aplicarlo a través de las nuevas órdenes mendicantes, la Iglesia del siglo XIII sentó las bases cognitivas, interpersonales e institucionales para la cooperación a gran escala, basada en transacciones únicas entre extraños. Sin embargo, los resultados netos en estos tres niveles provienen de efectos opuestos coherentes con la especialización de ramas específicas dentro de la Iglesia: mientras que la exposición a los dominicos tuvo efectos positivos en rasgos que favorecen el intercambio impersonal, consistente con su énfasis en la racionalidad, la exposición a los franciscanos tuvo efectos negativos, relacionados con su emocionalidad y que favorecen el intercambio personal. Además, los efectos de la exposición al clero secular no fueron significativos. Nuestra identificación causal se basa en refutar múltiples factores de confusión, comparar migrantes de segunda generación y aprovechar las diferencias dentro del país en la exposición a los mendicantes en Europa y Mesoamérica.