Caso

Hace años la empresa estadounidense Sears estaba siendo dirigida de forma notoriamente incompetente. Un grupo de accionistas lideró una batalla electoral en la junta de accionistas (proxy fight) para modificar la composición del Consejo de Administración o, al menos, la estrategia seguida por la compañía. El intento fracasó de forma estrepitosa. Sin embargo, los promotores de la batalla no cejaron en su empeño y optaron por poner un anuncio de una página en The Wall Street Journal en el que nombraban a los consejeros de Sears e indicaban que ellos eran los culpables de los pobres resultados logrados por la empresa. De forma un tanto sorprendente, parece que en este caso dieron en la diana: los consejeros tomaron buena nota e iniciaron un cambio sustancial en la marcha de la compañía.

Explique por qué fracasó la lucha electoral. Asimismo, intente explicar por qué, en cambio, tuvo éxito el anuncio de prensa. ¿Cómo utilizaría esta experiencia? ¿Qué condiciones han de darse para que fenómenos como este último haya ocurrido? ¿Funcionaría bien esta técnica en el caso de las grandes empresas españolas o se enfrentaría con alguna dificultad adicional?

Análisis

El fracaso de la lucha electoral obedeció probablemente a que los accionistas con su propiedad diversificada en pequeñas participaciones repartidas en muchas sociedades mercantiles no tienen incentivos para informarse y votar. (Es más, en muchos casos sería, incluso, ineficiente que lo hicieran, por ser muy alto el coste de información y romper éste la lógica de la especialización de funciones).

Al éxito del anuncio de prensa contribuyó el que los consejeros eran personas de prestigio, seguramente directivos de otras organizaciones y en todo caso con una reputación personal que proteger. Para que reaccionen como lo hicieron, es necesario que su remuneración como consejeros de Sears no fuese muy elevada. En caso contrario, el riesgo de perder esa retribución al enfrentarse con los directivos les hubiera comportado un coste mayor que el asociado a la pérdida reputacional. Por este mismo motivo, la retribución de los consejeros españoles —relativamente muy alta— puede llevarnos a pensar que, de plantearse un caso similar en nuestro país, no reaccionarían como lo hicieron los de Sears.

Como toda innovación tecnológica, la experiencia con los anuncios como mecanismo de control puede trasladarse a otras sociedades. En este caso, parece factible rentabilizar el descubrimiento en otras sociedades con especialización de propiedad y control y que estén gestionadas pobremente. Para ello, basta con colocar anuncios o bien, de forma implícita, amenazar con hacerlo. De hecho, este segundo es el camino que han seguido con algún éxito los promotores del anuncio sobre Sears.



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