El sacrificio como prueba
Ejercicio
Tradicionalmente, ciertas universidades europeas han exigido a sus alumnos aprobar exámenes cuya preparación en nada aumenta su productividad futura, excepto, en el mejor de los casos, en cuanto pueda suponer de ejercicio mental. ¿Conoce algún ejemplo de ello? ¿Qué justificación tiene? Considere la hipótesis de que las asignaturas que más elevan la productividad tienden a convertirse en “marías” y, viceversa, las irrelevantes se constituyen en “huesos”. Tenga en cuenta que un gran número de los titulados por centros de enseñanza con predominio de estas “asignaturas-filtro” no ha tenido, en circunstancias económicas normales, grandes dificultades para encontrar empleo, frecuentemente para desempeñar tareas escasamente relacionadas con las cualificaciones adquiridas a su paso por la Universidad (sean éstas la reconstrucción de campos vectoriales a partir de su rotacional, la esgrima con funciones gamma o la alquimia económica del excedente de productividad global).
Análisis
Tres perspectivas sobre el asunto:
a) Quizá exista un sesgo en la observación: Al ser necesario colocar las asignaturas-filtro al principio, las tendentes a elevar la productividad se sitúan al final, por lo que cuentan con un alumnado mejor —ya filtrado—, y resultan, aparentemente, más fáciles.
b) Es posible que haya costes de agencia sustanciales que se reducen usando estas señales: El superar asignaturas irrelevantes también es prueba o garantía de un cierto tipo de carácter o personalidad, que puede ser de interés para cierto tipo de puestos.
c) Como sucede con casi todos los problemas, pueden elaborarse argumentos de búsqueda de rentas y regulación: Al diseñar sus titulaciones —en especial, las de ingeniería y arquitectura— como carreras de obstáculos, estas profesiones también han conseguido limitar el número de titulados. El que sean asignaturas irrelevantes para el ejercicio profesional las que exigen un mayor esfuerzo por parte de los alumnos es coherente con la hipótesis monopolista: tales “huesos” sirven como filtro tan eficazmente como servirían asignaturas más productivas. Pero, al contrario que éstas, no elevan la productividad del titulado, lo que haría peligrar la posición de los profesionales instalados. Ello permite, además, montar una segunda barrera de entrada para adquirir competencia profesional, lo que sólo podrá hacerse en el extranjero, o mediante la práctica profesional, lo que permite a los ya situados apropiar las rentas monopolistas de los recién llegados. La pertenencia familiar a la profesión ha sido también una ayuda relevante para superar ambas barreras a la entrada, académica y productiva, lo que ha favorecido la transferencia hereditaria de las rentas monopolísticas. Ha sido también común la transferencia de rentas monopolistas en el tiempo, al pagar los aspirantes parte de sus futuros beneficios en forma de servicios docentes paralelos (academias preparatorias), indispensables para superar los exámenes.
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