Un grupo de expertos aboga por un entorno más propicio y competitivo para la actividad empresarial

El Diario, 2 de junio de 2023

Por J. Durich

De reciente constitución, Foro Mercado Libre nace como un think tank académico que promueve el desarrollo de una economía de mercado competitiva en Europa, encauzada por instituciones sólidas, estables y democráticas, para asegurar el bien común y responder a los desafíos estratégicos y sociales que afronta la sociedad del siglo XXI.

Su objetivo principal es favorecer una mayor integración del mercado europeo y un entorno más propicio para la actividad empresarial, lo que exige profundas reformas institucionales, especialmente en aquellos mercados en los que se plantean retos vitales, ya sea de tipo medioambientales, demográficos o digitales.

El coordinador de la institución, el catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Benito Arruñada, señala que “esta iniciativa surge en un contexto de creciente intervencionismo estatal, que puede aplastar la iniciativa privada”. Según Arruñada, el Foro no defiende la economía de mercado “desde planteamientos egoístas”, sino “desde la firme convicción de que el mercado libre y el Estado de derecho son los dos pilares esenciales que garantizan la prosperidad económica imprescindible para alcanzar los niveles de vida y de bienestar social a los que aspiramos”.

Para este grupo de expertos, es necesario “reorientar nuestras prioridades del consumo a la inversión”, ya que “a largo plazo, no podemos seguir consumiendo mucho más de lo que producimos. No solo porque pueda ser insostenible en el plano financiero, sino porque no nos permitiría crecer lo suficiente para lograr el nivel de vida al que aspiramos”.

Un manifiesto en forma de decálogo

Como carta de presentación, el grupo ha elaborado un manifiesto en forma de decálogo en el que expone sus puntos básicos. En ellos reivindican la libertad de mercado, abogan por la competencia leal, defienden la libertad de empresa, los marcos institucionales estables y un avance razonable hacia la descarbonización.

De esta manera, dice “defender el desarrollo de una economía de mercado competitiva, en la convicción de que, bien encauzada por instituciones sólidas, estables y democráticas, proporciona la mejor vía eficaz para asegurar el bien común, y responder a los desafíos sociales y estratégicos que confronta la sociedad europea del siglo XXI”.

Asimismo, “promueve una mayor integración del mercado europeo que garantice el libre intercambio de bienes y servicios, sin más trabas comerciales ni barreras técnicas, jurídicas ni burocráticas que las imprescindibles”. Por otra parte, aboga por un modelo de competencia leal que garantice condiciones equitativas a todo tipo de empresas.

En cuanto a las instituciones, el foro defiende un marco institucional basado en la estabilidad, que respete la libertad de mercado y esté orientado al bienestar general. De esta manera, promueve “la libertad de empresa y la propiedad privada como elementos clave no solo para generar riqueza, sino también para lograr empleos de calidad y sostener un elevado y creciente nivel de bienestar social”.

Otro de los puntos del decálogo se refiere a la libertad de establecimiento y la libre prestación de servicios, así como a la movilidad en toda la Unión de empresas, capitales y trabajadores. El Foro “se sitúa en contra de las injerencias estatales que dificultan innecesariamente la movilidad de todo tipo de recursos”. En particular, “defiende el libre movimiento de capitales en condiciones de reciprocidad, tanto entre estados miembros de la Unión, como con terceros países, en la confianza de que ello estimula el crecimiento y la competitividad, lo que redunda en beneficio de las empresas, los inversores y, en última instancia, todos los ciudadanos”.

Para los expertos, la prosperidad de Europa a largo plazo requiere una sólida base industrial, y para lograrla, “Europa debe dotarse de un entorno institucional más propicio para la actividad empresarial, que favorezca la innovación, el desarrollo tecnológico y la inversión a largo plazo; y que garantice a la industria europea la posibilidad de competir en igualdad de condiciones a escala global”.

A su juicio, ese entorno más favorable a la actividad empresarial, también “exige abordar profundas reformas institucionales, en especial en aquellos mercados en los que hoy se plantean desafíos más trascendentales, ya sea por su alcance estratégico, económico o social, desde el medioambiente a la demografía, pasando por el capital humano o los servicios digitales”.

Por último, el Foro considera imprescindible avanzar racionalmente hacia los objetivos del Acuerdo de París para “reducir nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles y acelerar la transición energética”. De la misma manera, sostiene que hay que “proporcionar marcos legales y fiscales favorables para que las decisiones individuales con impacto demográfico contribuyan al bien común; reformar los sistemas de enseñanza y de relaciones laborales para favorecer, mediante la educación y el empleo, la acumulación del capital humano necesario para asegurar una productividad y unos salarios crecientes; y apoyar la creación de un mercado único digital en Europa, basado en el despliegue de las infraestructuras y en las regulaciones necesarias para ofrecer servicios más inteligentes, flexibles e innovadores, tanto a las empresas como a los ciudadanos”.