Benito Arruñada: 'Cataluña está hoy peor gobernada que nunca, gente y empresas huyen'
Rechaza que el modelo federal sea la solución para el problema catalán ya que la comunidad disfruta incluso de “mayor autonomía que Baviera”. Lamenta que el procés esté “hundiendo” Barcelona y avisa de que los fondos europeos “van a generar un nivel desconocido de corrupción”
PREGUNTA. “Dese la oportunidad a Cataluña de ser Baviera y este país cambiará”, llevaba por titular la anterior entrevista de esta serie y que protagonizó Andreu Mas-Colell. ¿Es el federalismo la solución para Cataluña?
RESPUESTA. España tiene un Estado de hecho federal y Cataluña, en algunas cuestiones, disfruta de una mayor autonomía que Baviera. Baviera no puede fijar el tipo de impuesto a la renta. Y sería impensable que los niños de Baviera no se pudiesen escolarizar en alemán.
P. ¿Y por qué el independentismo catalán emplea ese argumento?
R. Por propaganda, porque le sirve de excusa para esconder que no ha sabido utilizar la autonomía de la que ha disfrutado durante los últimos 40 años. Cataluña está hoy peor gobernada que nunca. La gente huye de Cataluña, las empresas huyen de Cataluña. Lo muestran los datos.
P. ¿Es falso el mensaje de que el nacionalismo y el independentismo gestionan mejor?
R. Han subido mucho más que nadie todos los impuestos en los que tienen capacidad de decisión. Me alegro mucho de que ahora ya no hablen de expolio, porque hace unos años no sólo mentían sino que insultaban. En 2012, cuando la Generalitat patrocinaba este lenguaje, se hablaba mucho de balanzas fiscales pero ya no se hace. ¿Por qué? Porque al calcularlas se ha demostrado que Cataluña recibe la financiación pública que corresponde a su nivel de renta.
P. Ahora se habla mucho del efecto capitalidad de Madrid.
R. Barcelona tiene la escuela judicial, una de las sedes de la CNMC, una unidad del CSIC... ¿Qué hay en Galicia, en Asturias o en Andalucía, que tiene más población que Cataluña? Nada. Pero es que además Madrid pesa mucho menos que París o Londres. Son argucias para que la gente se alíe contra Madrid y no contemplar que Madrid va bien porque simplemente la han gestionado mejor.
P. ¿El procés ha hecho que Barcelona deje de ser una ciudad cosmopolita, puntera en startups y a la cabeza de Europa?
R. Honradamente, no sé si lo ha sido nunca. Es muy fácil creer que se está en la primera línea de Europa, otra cosa es sustanciarlo. Cuánto había de marketing y cuánto de realidad, pero es obvio que el proceso de los últimos nueve o 10 años está hundiendo la ciudad. Tampoco sé si Barcelona y Cataluña han aportado tanto como se presume. Si te vas al siglo XIX, ves que Cataluña abogaba por el proteccionismo. Son los intereses catalanes los que impiden dar solución a la guerra de Cuba, que fue carísima y quebró el Estado. Y sin ir tan atrás, en los últimos 30 años, es Cataluña quien más se ha resistido a la liberalización. Boyer y MAFO liberalizan alquileres y horarios comerciales en 1985, y Pujol en los 90 empieza a sacar leyes en contra desde el Parlamento catalán. Leyes que son inconstitucionales y que cuando pacta con Felipe González obliga a elevar al ámbito nacional. ¡Compare Cataluña con Madrid en horarios comerciales! Ahora sucede algo similar con las leyes sobre el alquiler y los okupas. Son atentados al derecho de propiedad, a la igualdad. Este principio no se valora mucho en España pero aquí incluso menos, tal vez porque la mitad de la población no pinta prácticamente nada.
P. ¿Pudo haber cambiado eso con Ciudadanos, un partido que hoy parece condenado a la desaparición?
R. Los intereses de la mitad castellano-hablante de la población han estado muy mal representados desde siempre. Y la paradoja es que puedan estar siempre mal representados por cualquier partido que sea de ámbito nacional, porque acaba utilizando esa mayoría de ciudadanos como moneda de cambio. Lo hizo Felipe González, lo hizo Aznar en el infausto pacto del Majestic, y puede pensarse que con Ciudadanos ha pasado algo parecido.
P. Más allá de Cs, o precisamente ligado a Cs, ¿qué le parece la sucesión de mociones y elecciones en un momento en el que la economía se vuelve a contraer y el proceso de vacunación no acaba de arrancar?
R. Estamos totalmente anestesiados. Y hemos hecho injusticias tales como subir las pensiones y el sueldo a los funcionarios en un año en el que hemos trabajado menos que nunca. ¿En qué cabeza cabe? No sólo es insolidario, es que además estamos sesgando decisiones clave como: ¿Cerramos o no cerramos? No, no, cerramos todo que nos contagiamos. Claro, si me están pagando el mismo sueldo más un 0,9% y encima trabajo desde casa. Y todavía no hemos hablado nada en toda la conversación de la necesidad de reconversión en la industria y los planes de ayuda.
P. Adelante, por favor.
R. Es que es clave. A nivel europeo se ha hecho un plan de ayudas cuyas prioridades son contrarias a los intereses de la mayoría de los españoles. Nosotros contaminamos ya mucho menos que Alemania. ¿Vamos a seguir gastando un dinero que no tenemos para contaminar aún menos? No es nuestra prioridad. Y el Estado no tiene ni idea de cuáles son las ventajas comparativas del sistema productivo. Dos ejemplos. ¿Quién esperaba que nuestra mejor empresa fuera textil y surgiera en Galicia? ¿Y que otro éxito empresarial descomunal consistiera en una cantera de Almería? Silestone, Grupo Cosentino, líder mundial. Los burócratas no hubieran apoyado ninguna de ellas. Dejemos que las ventajas comparativas las decida la empresa. Pero es que además, sabemos a dónde lleva toda esa financiación pública. Lo hemos visto en el Consejo de Ministros: 53 millones a una aerolínea de sus amigos venezolanos porque la consideran estratégica. Tal como se han organizado en España, los fondos europeos van a generar un nivel de corrupción desconocido.